Las obras que Lara Almarcegui ha venido desarrollando a lo largo de casi veinte años se sitúan en la frontera entre la renovación y el deterioro urbanos, y hacen visible lo que suele escapar a la atención general. Por un lado, Almarcegui centra su atención en espacios abandonados y estructuras en proceso de transformación; por otro, investiga las diferentes conexiones que pueden establecerse entre la arquitectura y el orden urbano. La obra de Lara Almarcegui plantea interrogantes sobre el estado actual de la construcción, desarrollo, uso y deterioro de espacios aparentemente periféricos a la ciudad. En sus proyectos de gran escala provoca un diálogo entre los diferentes elementos que conforman la realidad física del paisaje urbano, en su constante transformación a través de demoliciones, excavaciones, materiales de construcción y ruinas contemporáneas.