Ander Rodriguez Korta (Bera 1987), arquitecto por la Escuela de Arquitectura de la Universidad del País Vasco desde 2014, se gradúa con Matrícula de Honor por su Proyecto Fin de Carrera “Entre Anverso y Reverso”, proyecto que explora situaciones de intensidad limítrofe como lugares de oportunidad. Es distinguido con el Premio Extraordinario Fin de Carrera y y el Premio al Mejor Expedinte Académico de Arquitectura. Entre 2009 y 2011 trabaja en el estudio de Eduardo Arroyo en Madrid.

En 2012 regresa a Bera, un pequeño pueblo navarro a los pies del monte Larun, asentado junto al río Bidasoa en la parte baja del valle de Bortziriak. Abundan las nieblas mañaneras que no desaparecen hasta el mediodía. Es un pueblo de “muga” (fronterizo) y por tanto, un pueblo de contrabandistas.

En 2015 funda MUGARA Arkitektura, que en euskera significa “hacia el límite o frontera”. Desde entonces, trabaja rodeado de montañas pero a escasos 15 minutos del mar Cantábrico, aislado e hiperconectado al mismo tiempo.

Le interesa más descubrir que diseñar. Entiende la posición del arquitecto como la de los contrabandistas, en el límite, en nuestro caso entre el pasado y el futuro. En una posición privilegiada que permite “robarle” al pasado, al paisaje, al conocimiento popular... para dar un paso al futuro en el descubrimiento de nuevos edificios. Edificios que muchas veces ya están ahí, pero aún ocultos ante nuestros ojos, a la espera de ser descubiertos.