En un esfuerzo por mostrar todo el contenido del proyecto de forma permanente, se ofrece Arte-fakto, dentro del caserío Zabalaga, como soporte físico ideal para el mismo. Vigas reutilizadas de antiguos caseríos, nuevos sistemas constructivos en madera y objetos parasitarios se ensamblan entre ellos sin forma predefinida. A través de proyectores incorporados a la estructura se mostrará todo el material expositivo generado. El dispositivo se prevé como un elemento nómada y transformable, una suerte de catalizador de ideas.