Pensando en los momentos más felices de la experiencia urbana en el País Vasco, no puedo menos de mostrar mi admiración por la renovación de la idea de la ciudad clásica – y la epifanía de la arquitectura urbana que la construye – llevada a cabo en el plazo de muy pocos años: los que van de 1782 con la Plaza Nueva de Vitoria hasta 1821 con la Plaza Nueva de Bilbao, en plena Ilustración. Un período donde se hace evidente el protagonismo de estas cuatro ciudades y de cuatro arquitectos actuando en ellas de modo decidido, tanto en la proposición de nuevas y hermosas ciudades – en ocasiones singulares – como en la renovación de estas cuatro capitales históricas, transformadas en núcleos de irradiación de las ideas para la nueva ciudad del Iluminismo.
Organiza: ETSA UPV/EHU